La armonía entre cuerpo y mente. La tradición milenaria del masaje tibetano.

Cerremos los ojos y viajemos mentalmente al Himalaya, dejémonos llevar por su paz, serenidad, armonía…

¿Qué es el masaje tibetano?

El masaje tibetano pertenece a esas técnicas de medicina tradicional oriental que por suerte llegan hasta nosotros, ofreciéndonos como objetivo restablecer el equilibrio entre mente y cuerpo, que nuestro estilo de vida hace peligrar continuamente.

Ku-Nye es su nombre original y se compone de varias técnicas que componen un estilo de masaje que actúa mediante presiones sobre los puntos de acupuntura y canales energéticos. Elimina el dolor y relaja la mente liberándonos del estrés sumiéndonos en maravilloso estado de serenidad.

KU-NYE-ARMONIA-CUERPO-MENTE Paula Díaz

La fuerza vital se denomina Tsog-lung en la cultura tibetana. Tsog significa vida y lung es el viento, es lo que conocemos como “soplo de la vida”. Además, el organismo estaría dividido en 3 canales energéticos o estados de ánimo que son el viento (“rLung”), bilis (“mKhris-pa”) y flema (“Bad-Kan”). Estos 3 canales energéticos se ramifican a su vez en los 72.000 “Isa” o canales que distribuyen la energía por todo el organismo en constante equilibrio con nuestro interior y exterior. Y es en los puntos donde se cruza cada uno de los 3 canales, son los chakras.

Si lo pensamos, el estrés y el ritmo de vida acelerado que normalmente llevamos hace que cuerpo y mente no estén a penas unidos. Nos despertamos, nos aseamos, nos vestimos, desayunamos, salimos a trabajar o estudiar, comemos, volvemos… compromisos sociales, vuelta a casa, cenamos, a penas nos dedicamos tiempo… hacemos deporte para el cuerpo, sin pensar en la mente… todo desconectado. Es cuando restablecemos ese vínculo mente-cuerpo cuando somos conscientes de nosotros mismos, cuando somos capaces de compartir instantes únicos y singulares que sólo nuestra propia persona es capaz de sentir.

Lo espiritual forma una parte importante de nuestro ser. Es lo que nos hace distintos en muchos sentidos y así apreciar el mundo que nos rodea, el interior y el exterior de manera que podemos entender esa unión cuerpo-mente.

KU-NYE-ARMONIA-CUERPO-MENTE

¿En qué consiste?

La primera parte del masaje tibetano trata de conocer a la persona, donde se entiende en qué momento se encuentra y cómo podemos ayudar a equilibrar ese estado. La segunda parte es donde se realiza una exploración anatómica. La tercera es el estudio táctil y visual, donde observamos la tipología corporal, incluso la lengua y realizaremos una palpación de los órganos internos.

El Ku-Nye o masaje tibetano se divide en tres fases que vamos a definir a continuación: “Ku”, “Nye” y “Chi”.

Fase “Ku”

Sobre el cuerpo y cara se aplica aceite vegetal a temperatura cálida agradable. La sensación que causa es muy agradable, comenzamos a conectar de nuevo con sensaciones de nuestro cuerpo.

Fase “Nye”

Pasamos al proceso de masaje estimulador, ejerciendo presión sobre los puntos de acupuntura. En esta fase el cuerpo y la mente están unidos formando una sola parte. Sintiendo cada segundo y siendo consciente de si mismo.

Fase “Chi”

Retiramos suave y delicadamente el aceite aplicando polvos especiales o harina de garbanzo que, a su vez, actúa como un exfoliante natural que purifica la piel.

¿Qué beneficios produce el Ku-Nye?

Comenzando con esa unión entre mente y cuerpo, continuando con una profunda relajación, la eliminación o atenuación de dolores articulares, de espalda, menstruales… Incluso la aplicación para equilibrar estados de ansiedad y nervios, favorecer el sueño y luchar contra el insomnio… El masaje tibetano es una de esas técnicas que no te dejan indiferente, siendo muy importante conocer previamente a la persona que lo recibirá. Cuáles son sus dolencias, qué puede inquietarle y qué busca de especial obtener al recibir este masaje.

¿Qué te ha parecido? ¿Lo conocías ya?

Si conoces las técnicas de cuencos tibetanos, puede ser la combinación perfecta.

Como sabes, los masajes cada ves están más demandados en los Centros de Belleza y Estética, siendo además de una rentabilidad alta.